
«Gracias a las parteras y especialistas en lactancia materna, pude der pecho a mi hijo desde el comienzo. Me sentí empoderada y lo hicimos por 10 meses.»
Jhovana Contreras Bruboa
Paciente de Salud Maternal e Infantil y voluntaria de Hospital Highland
Mi hijo, Valentino, es un verdadero milagro. El desafió muchas probabilidades. Siempre está muy calmado. Le encantan los abrazos, y nos encanta pasar tiempo juntos.
Participar en el Centro me dio a mí y a mi familia un giro en la vida. Durante mi embarazo sufrí de depresión y de muchas otras molestias físicas. Me sentía lo suficientemente cómoda para compartir mis sentimientos con mi cuidadora. Ella pudo darme los recursos adecuados para ir a terapia.
Si no fuera por el Centro, no hubiera podido compartir eso. Afortunadamente, pude recibir terapia, y el apoyo de otras mamás, y de saber que no solo era yo que me sentía de esa forma.
Me acaba de mudar de México, así que no tenia amigos. A través del Centro, me logré conectar con otras mamás. Me dio un sentimiento de comunidad y pertenencia.
Mi partera, Deborah, fue muy atenta. Todas las parteras son muy apasionadas por el cuidado que dan. Son un apoyo completo. Hay un excelente equipo para amamantar.
Gracias a las parteras y especialistas en lactancia materna, pude amamantar a mi hijo desde el comienzo. Me sentí empoderada y lo hicimos por 10 meses.
Todas merecen tener el parto que ellas desean tener, y de que se les escuche. Les diría a las madres latinas que aquí están seguras tanto ellas como sus parejas, y sus bebés. Su voz será escuchada. Se sentirán muy, muy empoderadas.