Keisha Germaine

Paciente de Salud Maternal e Infantil Hospital Highland

El Centro me preparó para dar a luz de muchas diferentes maneras. El poder llegar a la misma cita, ver a las mismas caras cada vez y generar amistades con esas damas. Era un entorno confortable. Eso me permitió salir de mi área de confort que tenía y hablar sobre diferentes asuntos que tal vez no hubiera mencionado si solo hubiera tenido una cita médica normal.

Las parteras que me ayudaron fueron excepcionales. Hicieron todo posible para asegurar que mi bebé naciera bien. Las parteras y enfermeras entraban cada dos horas, revisándome, asegurándose que estemos bien, revisando mis señales vitales y las de la bebé. Las enfermeras lactantes entraban a menudo para asegurarse que ella estaba enganchándose apropiadamente y me dieron la confianza para continuar amamantando y no desanimarme.

Al principio, estaba un poco nerviosa de tener mi bebé aquí en Highland, porque sé que es un hospital de trauma. Pero una vez que supe del nuevo centro de alumbramiento y tomamos una gira, me hizo sentir cómoda. El centro de alumbramiento se sentía como un cuarto de hotel bonito y moderno. Mi mamá logró quedarse durante todo el proceso. Me sentí como que estaba en una mini vacación, aparte de que me estaba curando de tener una bebé.

Estoy muy agradecida que mi embarazo salió bien. Mi experiencia en Highland fue maravillosa.